Entre-Knibales

Por estos días he estado bastante entretenida buscando departamento. La semana pasada pude comprobar que se siente vivir sola y me gusto harto, sobre todo porque me encanta ser la dueña de mi espacio, poner la música que quiera, e invitar a quien me plazca, porque aunque me encante estar sola, igual soy bien sociable. Después de este resfrío intenso y de algunos acontecimientos varios, me di cuenta que 'la vida es demasiado corta' y no gastaré un minuto más en carreteras, ni le restaré más horas a mi sueño. Y aunque la inversión me deje bastante desbalanceada, no me queda otra. Siento que la independencia es el paso que me falta para comenzar este año desde “cero”. 

Lo que me provocó tanto revuelo (en parte), fue la capacitación que nos hicieron a veces parecida más a una terapia de autoayuda, (gratis y más efectiva que la de este humilde medio), en donde aprendí un montón de cosas, como que; ‘nada es imposible si nos lo proponemos’ y que ‘la vida depende de nosotros mismos y de nadie más’. Tiene un poco que ver con la inteligencia emocional y como en realidad somos los únicos dueños de nuestro destino. Durante demasiado tiempo yo funcione al revés, ahora entiendo que hay que hacerse cargo de nuestra vida, sino otros lo harán por nosotros. Cuantas veces la culpa me frenaba, el miedo me cohibía, la pena me limitaba, la soberbia me privaba, mi porfía me cegaba…